Resumen
El ensayo se refiere al proceso de descentralización del Estado guatemalteco 1986-1990 que fue impulsado en dos modalidades, una vertical que fortalecía el poder local, razón por la que fue impugnada por los sectores más conservadores y opositores al régimen demo-cristiano; la otra horizontal impugnada por el propio Gabinete Ministerial, porque ponía en cuestión el poder burocrático incrustado en el Estado. Por estas dos razones fundamentales el proceso descentralizador fracasó en su primer intento, aún cuando están planteadas algunas bases políticas e institucionales que podrían permitir su continuidad.